La misma sonrisa que me enamoró
se burlaba ahora del amor que sentía,
el mismo abrazo que antes me curó
ahora dolía.
Y la mente incrédula le busca una explicación
y la inocencia prepara sus maletas para la partida,
no hay nada de malo en que te rompan el corazón
lo malo es que te lo rompan de por vida;
por eso creí merecerme al menos una despedida
pero no fue así,
el brillo de tu mirada en el que antes me vi
ahora me mostraba con rabia la salida...
y no te estoy culpando, vida,
estoy diciendo adiós a mi manera
estoy cargando con mis heridas.
Estoy tratando de detener esta guerra un momento,
de decirle al viento
que lleve hasta tus oídos un poco de paz,
estoy diciendo por ti lo hice todo, pero no lo haré nunca más.
Estoy devolviendote tus besos para quitarme ese sabor
porque llevarlo conmigo me haría pedazos,
estoy pidiéndole al tiempo un abrazo
porque uno tuyo sólo me haría peor.
No me juzgues, no me hieras y no me vayas odiar,
asume tu culpa y ódiate a ti mismo,
tú y yo sabemos que entre tu amor y el mío hay un abismo
que tu orgullo nunca pudo cruzar.
Así que no asumiré culpas de un pasado
que se ha ido y sólo vuelve para ti,
el presente por última vez me ha llamado
y aunque tú no vayas... yo esta vez sí pienso ir.
PD: Mi manera de hacer algo...
PD2: Para conseguir lo que queremos sólo nos hacen falta pantalones.
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jueves, 20 de junio de 2013
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2 comentarios:
¡Muy original y profundo! ¡Enhorabuena pantalones verdes!
¡Muchas gracias Javier! :)
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