y es mía la suerte de vivir de tu sonrisa,
tú me enseñaste que no son buenas las prisas
cuando queda tanto por soñar;
el gusto es mío
y si sonrió
es por el simple placer de poderte amar.
Entendí que no puedo buscar en ti inspiración
porque encuentro tanta que no me alcanza con escribirte,
entendí que no quiero encontrarte una explicación...
Quiero vivirte.
Y que jamás podré describirte con palabras ni rimas,
que me debo conformar con abrir los ojos y guardar todo en la memoria,
me enseñaste que todos tenemos una historia
pero es opcional llevar el peso del pasado encima;
y que tus ojos hacen magia al brillar,
que tu boca suena a paz en mis oídos,
que aún cuando piensas que me olvido
no existe un día en que no sonría al oír tu voz al despertar.
El gusto el mío
y como siempre repites, es tuyo también,
tú eres la respuesta y el desafío
el cielo y el río,
esa inexplicable locura que me hace tanto bien.
Te lo digo ahora incluso aunque este de más
tengo la vida entera para explicarte cuanto te amo,
quiero que cuando pase el tiempo y mires hacia atrás
sea conmigo tomando tu mano.
PD: Un año después, me sigues haciendo creer en el amor.
PD2: Para conseguir lo que queremos sólo nos hacen falta pantalones.
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